Nuestra enfermiza búsqueda de seguridad no parece llevarse muy bien con algún tipo de curiosidad. Por eso, dando por hecho que tú tendrás un sueño, te pregunto, ¿hasta qué punto estarías dispuesto o dispuesta a cambiar tu vida para lanzarte a por él?. Si no te sientes capaz de darme una respuesta clara, te ayudará saber que aquellas personas en cuya personalidad domina la curiosidad de intentar cosas nuevas, poseen una intensa motivación para realizarla. Podríamos decir que estas personas son «buscadores de emociones».
Existen 5 tipos de curiosidad y resulta fácil identificarnos con alguna o varias de ellas. En este caso nos vamos a centrar en la Curiosidad por sentir nuevas experiencias o la búsqueda de emociones.
Esta clase de curiosidad es el motor que empuja a las personas a explorar su entorno, a viajar a otros países incapaces de pasar las vacaciones en un mismo sitio, a cambiar de trabajo sin reparos o hacerlo de pareja cuando se cuela la monotonía en la relación.
Ser un buscador de sensaciones no es necesariamente bueno o malo. Depende del ámbito y la intensidad con que se canalicen los deseos de novedad y variedad, pues algunos casos no resultan apropiados. ¿Te confieso algo? Aunque poseo una personalidad altamente curiosa, no siempre encuentro una buena justificación para emprender una exploración temeraria.
Me gusta contemplar el desierto y la inmensidad del mar, sin embargo, no doy con el placer de dormir al raso con las culebras serpenteando a mi alrededor o anclando en mitad del océano sin vislumbrar tierra firme en el horizonte. ¿Sería más curiosa de hacerlo? No, simplemente en mi perfil de curiosidad se incrementarían los niveles de aquella que busca emociones fuertes.
Esa emoción es imprescindible para que nuestra especie haya evolucionado, así que no la desprecio en absoluto. El ser humano ha crecido activando dicha actitud exploradora, de lo contrario nos hubiéramos estancado.
Todos los exploradores y exploradoras (lástima que sean menos) de la historia tenían muy viva esta curiosidad en su interior; hace unos días Jeff Bezos ascendió al espacio impulsado por ella. Los actos de unos pocos “buscadores” aseguran que continuemos evolucionando como sociedad y ahí los tenemos, escudriñando el espacio exterior.
No obstante, no es necesario descubrir un continente para salir de nuestra zona de confort y deshacernos del aburrimiento de la rutina: lo hacemos cada vez que emprendemos una actividad desconocida.
Si buscas en tu interior, admitirás que hay algo que te encantaría probar, un hobby que siempre retrasas, un reto que te parece imposible: no lo dudes, hazlo, porque el resultado puede ser maravilloso.
Por eso ahora te animo a que pares la lectura unos minutos y te preguntes… ¿y si hiciera eso que tanto deseo? ¿Cómo te sentirías? ¿Cuál es la experiencia que te gustaría abordar? ¿Qué dificultades encuentras para ello? Recuerda que las preguntas son las llaves mágicas que abren nuestros caminos.
Estoy segura de que a tu alrededor hay ejemplos de personas que prueban y prueban desde deportes hasta hobbies, tratando de hallar en esa novedad una mayor satisfacción cada vez. Te animo a que les observes y detectes qué les produce esa sensación de búsqueda porque quizá encuentres en ellos algo que te inspire a dar el paso decisivo y realizar aquello que anhelas interiormente.
Como te decía esta actitud puede llevarse al terreno laboral y debes de tener claro siempre que, si intentas algo nuevo con amor y curiosidad, contribuirá a tu aprendizaje. No te focalices en el resultado final sino en el proceso y aprecia el refuerzo de tu autoestima y tu confianza mientras lo estás abordando.
Esto cimenta tus decisiones en la búsqueda de nuevas opciones profesionales.
Recuerdo un estudio publicado en su día por el “Anuario de Psicología Positiva” de EEUU acerca del comportamiento de sus militares, donde se explicaba que quienes emprenden hazañas heroicas logran trabajar mejor su miedo y esto tiene como resultado una mejor gestión de las situaciones difíciles. De forma concreta: sufren menos estrés, menos traumas y menos problemas emocionales tras su paso por zonas de conflicto.
Extrapolado a cualquier profesión, los buscadores de emociones en forma de nuevas experiencias, las conciben como una vía de trasformación y crecimiento y por tanto, sacarán el máximo provecho de sus ocupaciones.
Este camino no está exento de dificultades y baches, cierto, por eso lo más hermoso sería abordarlo con el espíritu de disfrutar, con independencia del final.
Según escribo pienso que la curiosidad me ha empujado a decir SÍ muchas veces en mi vida. Sí lo hago, sí lo pruebo, sí lo intento. Desde lanzarme a escribir hasta plantar un árbol, y todo lo vivo con ilusión de niña exploradora. Por fortuna, cumplo años y me sigue acompañando esa determinación curiosa. Espero que a ti te suceda lo mismo.